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Odontólogos advierten sobre el crecimiento de enfermedades de encías y erosión dental en la población argentina

Las enfermedades de encías pueden llevar a la pérdida de piezas y la principal causa es el tabaquismo. La erosión dental afecta a la superficie de los dientes y se produce, en parte, por el consumo de alimentos y bebidas ácidas.

¿Qué se observa cuando la población argentina sonríe?

Algunas de las respuestas a esa pregunta se escucharon durante las recientes 41° Jornadas Internacionales de la Asociación Odontológica Argentina que reunieron a dentistas y académicos en la materia donde se mostró preocupación por los malos hábitos en el país que llevan a que muchos pacientes presenten problemas de encías, que deben ser tratadas por los expertos en periodoncia, rama de la odontología que trata las enfermedades de los huesos y encías que sostienen los dientes, y un constante descuido de la superficie visible de los dientes que erosionan su esmalte y producen una alta sensibilidad dental.

En el primer caso la alarma se produce por el constante aumento del tabaquismo en la población que suele producir efectos corrosivos en las piezas dentarias y en las encías.

“Existe una estrecha relación entre el tabaco y las enfermedades periodontales tales como la gingivitis o la piorrea, patologías que se agudizan en los pacientes fumadores”, aseguró el Dr. Francisco Rodríguez Lozano del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo.

El Ministerio de Salud de la Nación también refleja en su página web, la preocupación por el deterioro de la salud bucal en la población.  “La boca refleja el estado de salud general de una persona y puede dar cuenta de deficiencias nutricionales o síntomas de otros problemas de salud trastornos alimenticios, malnutrición, consumo de sustancias que afectan la salud general y de la boca”, afirman.

El daño que provoca el humo del tabaco en la salud bucodental va más allá del clásico y conocido efecto de manchar los dientes y la halitosis, su verdadera y mayor amenaza es silenciosa y no se ve. El tabaquismo está estrechamente relacionado con la enfermedad periodontal, provocando la pérdida de piezas dentales, y es, junto al alcohol, causante principal del cáncer oral; además, es uno de los principales agentes que produce el fracaso de los implantes dentales.

Además, existe un vínculo estrecho entre la salud bucodental y las enfermedades no transmisibles (ENTs). Las enfermedades bucodentales son un factor de riesgo para desarrollar ENTs como diabetes, enfermedades cardíacas, respiratorias y algunos cánceres.

Luego de escucharse a varios expositores en las Jornadas Odontológicas Internacionales realizadas en Buenos Aires, la fórmula para tener dientes más blancos y sanos pasa por una correcta alimentación con aportes significativos de minerales y vitaminas que provoquen la producción de saliva y el fortalecimiento del esmalte dental.

La mayoría de los odontólogos inscriptos en el congreso señalaron el riesgo, sobre la salud bucal, al que están expuestas todas las personas con dientes naturales. Se trata del “desgaste dental erosivo” o “erosión ácida”, una condición cuya presencia viene creciendo en los últimos años y es más común de lo que se cree. Su prevención es clave, para evitar la sensibilidad dental y mantener una boca sana.

¿Qué es la erosión ácidaEl esmalte es la delgada superficie exterior de los dientes, que los mantiene fuertes, sanos y protegidos de la sensibilidad dental. Los ácidos presentes en la alimentación diaria como frutas, jugo de naranja, vino y gaseosas (incluso en sus versiones bajas calorías) pueden disolver los minerales de la superficie del esmalte y debilitarla. A lo largo del tiempo, se torna más fina, los dientes pueden volverse más opacos, visiblemente menos blancos, más débiles y sensibles. Esta condición es conocida como “desgaste dental erosivo”, explicó Lara Mustapic, Médica Científica de Haleon en Argentina.

Se trata de un problema que se registra a nivel mundial. Se presentaron gráficos con indicadores clínicos, donde se enseñaba que, la prevalencia mundial de esta condición oscila entre el 20% y el 45% de las personas. Un estudio europeo reveló, por ejemplo, que su población de entre 18 y 35 años presentó signos de erosión en el esmalte dental en el 57% de los casos.

El profesor de la facultad de Odontología, Julian Reyes,.señaló que “..los primeros signos de desgaste erosivo de los dientes pueden ser difíciles de detectar. El profesional está entrenado para notar cambios en la superficie de las piezas, una apariencia suave, sedosa y brillante y un adelgazamiento y translucidez del esmalte, que hace que los dientes se vuelvan más amarillos.

Además, la sensibilidad dental puede ser una señal de advertencia de la erosión del esmalte de los dientes.

La doctora Mustapic agregó que “…el flúor protege el esmalte ya que participa en el ciclo natural de remineralización después de un ataque ácido para ayudar a endurecer y fortalecer el esmalte”, y ofreció algunos consejos, “Reducir la frecuencia de la ingesta de ácidos en la dieta. Intentar consumir frutas y jugos junto con las comidas, usar diariamente una crema dental especializada para la protección del esmalte, con baja abrasividad y disponibilidad optimizada de flúor”.

Sin embargo, la preocupación por la salud bucal en la Argentina volvió a dominar las intervenciones durante las Jornadas teniendo en cuenta un reciente informe avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La mala higiene bucal se asocia con un mayor riesgo de sufrir innumerables problemas de salud, incluidas enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer, artritis reumatoide y muerte prematura, por lo que el estado de nuestros dientes y encías puede ser vital para nuestro bienestar más allá de la boca y el cuerpo.

La enfermedad periodontal grave, inflamación crónica y daño a las encías y al hueso que sostienen los dientes,  afecta aproximadamente al 19% de las personas mayores de 15 años y a más de mil millones de personas en todo el mundo, según un informe de 2022 de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se necesita más investigación, pero estudios observacionales recientes han sugerido que la salud bucal puede ser un factor de riesgo modificable para el Alzheimer, uno de los tipos más comunes de demencia.

Fuente: Noticias Argentinas

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